miércoles, 31 de octubre de 2012

EL ARTE COMO RITO



“La humanidad, que antaño, en Homero, era un objeto de 
espectáculo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora
 en espectáculo de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado 
un grado que le permite vivir su propia destrucción 
como un goce estético de primer orden.
Este es el esteticismo de la política que el fascismo propugna. 
El comunismo le contesta con la politización del arte.”
Walter Benjamín

Fuente: no registra nombre

Pensarnos el arte como un cómplice del desarrollo comunitario, nos obliga a reconocer las inscripciones que el arte tiene hoy en las leyes del mercado, en los discursos hegemónicos, en la valoración, calificación y lógicas de la sociedad moderna. Es por esto que evocamos a Walter Benjamín, pensador judío marxista quien en su texto “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” reflexiona sobre el arte, situándolo en una época donde las características industriales y tecnológicas de la sociedad permiten la réplica inconmensurable y la estetización de la política llevada a cabo por el régimen nacional-socialista alemán, el cual explotó al máximo al pueblo subordinándolo a un “plan común” mediante la utilización de complejos aparatajes mediáticos-estéticos, tendientes a sobrenaturalizar al encargado de dirigir los destinos de la alicaída nación”[1], permitiéndonos ejemplificar como el arte puede servir como estructura de control o persuasión de masas para el poder dominante.

Al final de su ensayo Benjamín hace una sentencia: “La politización del arte”, frase ésta que genera múltiples interpretaciones, por ejemplo, algunos plantean que apuntaba a una izquierdización de las prácticas artísticas, a la panfletización del arte, a la puesta al servicio del arte para fines político-revolucionarios, otros en cambio creen que señalaba “que el arte antes que evidenciarse en su rol colaboracionista con un movimiento político, antes de abanderizarse y aparecer como comprometido con una causa, antes de reaccionar contra lo establecido, debe preguntarse por su papel en la sociedad y, en los factores que determinan su accionar en la misma”[2]. Pero más allá de pensarse la apuesta política que pueden asumir las artes, quisiéramos reparar en la  sensación repulsiva que genera esta frase, para quienes hemos creído en el arte como una de las pocas formas que se nos permite experimentar la libertad.

Este escrito, parte de reconocer, que el arte siempre ha hecho intervención social, tal como lo evidencia Benjamín, sea esta su intención o no. Mas, la oportunidad que tiene él mismo, no es dicha intervención, es la posibilidad de ser lo “único que redime al hombre”[3]. Por ello al asumir un ejercicio artístico como la posibilidad de hacer una intervención social, consiente, intencionada y consecuente con una perspectiva de desarrollo comunitario, es necesario preguntarse: ¿Cómo no robarle al arte su posibilidad emancipadora? y ¿Cómo no hacerlo? en una sociedad donde la posibilidad de reproductividad técnica convirtió a las producciones artísticas, en algo mediático, efímero, veloz, consumible e inevitablemente perpetuador  de una cultura Eurocentrica…no es gratuito encontrar impresa en camisetas, la Monalisa con una botella de Coca Cola en sus manos…


Entonces, tras el riesgo de politizar el arte y robarle su magia en ejercicios políticos como la intervención social, podemos plantear una posibilidad donde el arte sea una estrategia de intervención; pero que a su vez, siga siendo el viaje catártico hacia el interior del ser y la manifestación no coaptada de la emoción, del espíritu… 

…esta opción es el rito, volver a convertir el arte en rito…

Esto implica, la necesidad de trascender la denuncia, la sensibilización o concientización que puedan realizar las artes tras un discurso exhibitorio, por varias razones: primero, no nos interesa la denuncia, sensibilización y demás reacciones de quien es expectante de la obra, puesto que no pretendemos condicionar, persuadir o convencer a nadie sobre una idea de mundo; segundo, la exhibición no debe ser algo que nos convoque, dado que la exhibición de los ejercicios artísticos conlleva a la búsqueda consiente o no de la legitimación del mundo del arte, el cual  está condicionado a discursos modernistas y construcciones que se han hecho en el arte Europeo y en la América poscolonial. Y tercero, la exhibición presupone un ejercicio de comunicación, que puede o no darse y en la que el artista puede o no estar interesado; pero sólo hasta que se elimine totalmente la posibilidad de interacción de la obra con el otro, puede estar la producción insubordinada al interés o temor de impacto que la obra genere en un auditorio. Es entonces, cuando se asegura la plenitud de un ejercicio libre.

El arte no siempre fue exhibitorio, si tenemos en cuenta que, en la edad de Piedra el dibujar en las paredes era un instrumento mágico, si lo exhibían ante sus congéneres; pero estaba sobre todo destinado a los espíritus. Benjamín dice “hoy nos parece que el valor espiritual empuja a la obra de arte a mantenerse oculta: ciertas estatuas de dioses sólo son accesibles a los sacerdotes en la «cella». Ciertas imágenes de Vírgenes permanecen casi todo el año encubiertas, y determinadas esculturas de catedrales medievales no son visibles para el espectador que pisa el santo suelo.  Solo a medida que las ejercitaciones artísticas se emancipan del regazo ritual, aumentan las ocasiones de exhibición de sus productos.”[4]

El arte debe ser nuevamente un ejercicio principalmente espiritual, un viaje intimo, privado hacia el interior del individuo. En una época ruidosa donde el encuentro con sí mismos  requiere de la complicidad del silencio, es casi imposible. El arte redime al hombre, siempre y cuando no nos interese lo externo. La posibilidad creadora no debe estar sugerida como un descubrimiento del mundo, si no como una reconstrucción de sí mismos.

Solo desde allí puede el arte servirle al desarrollo comunitario posibilitando trascender el consiente, deconstruir los habitus[5], y debelar la diversidad de sueños, de mundos, de imaginarios, de ideas de desarrollo u cualquier otra forma de pensamiento.

Por:     Ángela Andrade
           Magnolia Losada
           Nathalie Guerrero I.



 VÍDEO:












[1] VALLEJOS, Cristóbal. “La politización del arte: la vuelta a lo humano. Revista Punto de Fuga. Universidad de Chile
[2] VALLEJOS, Cristóbal. “La politización del arte: la vuelta a lo humano. Revista Punto de Fuga. Universidad de Chile
[3] Parafraseando a David Sánchez Juliao, escritor Colombiano, (1945-2011)
[4] BENJAMIN, Walter. La obra de arte en la época de su reproductividad técnica. Tauro. Buenos Aires, 1989.
[5] Habitus: Para Bourdieu se refiere a los sistemas incorporados de disposiciones o predisposiciones socialmente adquiridas.

¿"DEL CALVARIO AL PARAISO"? PROYECTO DE RENOVACION URBANA EN CALI




 Por: Rosa Elvira Castillo
Estudiante de Desarrollo Comunitario





El Calvario, que lleva el nombre dado al monte en las afueras de Jerusalén, fue creado en 1964. Se constituyó a partir de la plaza de mercado o plaza central, la cual tenía un área de influencia que se irradiaba hasta  predios del Barrio de Santa Rosa y parte del Centro. Hoy quedan rezagos de la Galería Central, donde desde antaño se ubicaron una serie de tabernas, billares y teatros que eran frecuentados por caleños y viajeros que venían tren de diferentes ciudades como Popayán, Cartago, y Buenaventura, y por campesinos que venían al mercado a vender sus productos y pasar el tiempo libre, creando una serie de expresiones que con los años y su permanencia formarían una serie de dinámicas propias, en el uso del tiempo libre,  alrededor de juegos como el billar, tabernas, etc. 


En esta zona que comprende aproximadamente 33 manzanas habitan hoy más de mil personas y se generan más de 500 empleos. Hay locales de más de 30 años de tradición. Carnicerías, cantinas, estancos, compraventas, graneros, almacenes de muebles, tiendas de flores, hierbas y abarrotes, conforman el paisaje de la zona. Por otro lado los recicladores que llevan cerca de 60 años en el sector.  Carretilleros y coteros que se codean con una variedad extensa de vendedores ambulantes.


Una de sus principales características es la alta concentración de inquilinatos, siendo la forma más común de convivencia. Las viviendas están adaptadas a los tipos de ocupación de las personas de la zona, sus bajos e inestables ingresos, (pagan alrededor de tres mil pesos por día). La marginalidad en la que habitan y las posibilidades de supervivencia en condiciones de vida mínimas, han hecho que se acostumbren a resolver el día a día, pudiendo vivir hasta 90 familias  en una casa; como en “cien piezas” uno de los lugares más reconocidos con habitaciones de tres por tres metros. 



El Calvario, es el lugar de acopio de materiales reciclables más grande de la ciudad, lo cual  define unas dinámicas culturales, económicas y sociales en esta parte del centro, relaciones que establecen el rebusque como opción de trabajo prioritaria. Recuperar material, seleccionar basuras son actividades muy comunes. Otras posibilidades de rebusque están en actividades licitas e ilícitas, rifas, prestamos de montos mínimos “gota a gota”, compra y venta de objetos de segunda y/o robados, venta de sustancias psicoactivas, etc.


Los cambios de carácter urbano – económico evidencian en las grandes ciudades procesos de degradación acelerada, afectan su entorno social, cultural y ambiental. Al recorrer El Calvario, se nota que buena parte de los hombres y mujeres que habitan este sector, incluso niños y niñas, se han refugiado en la droga y en el licor. Se nota, el abandono y la falta de oportunidades, la vulneración de los derechos humanos en temas centrales como la educación, la salud, la seguridad, la vivienda. Aquí se resumen diversas situaciones, una cara de la ciudad que pocos quieren ver y prefieren ignorar: habitan una parte importante de personas en situación de y en calle, un porcentaje importante de los aproximadamente  2.035 que se calculan existen en la ciudad, y que son 90% hombres. También cuenta con una de las prevalencias más altas del país en relación a la tuberculosis,  siendo el lugar donde más personas mueren por su causa. Enfermedades como la tuberculosis  y la sífilis (incluyendo la gestacional) tiene elevados porcentajes de esta zona
En su  recorrido pueden identificarse  “los deshuesaderos” de vehículos, las tiendas como lugares de encuentro, comederos con platos de comida por $600, esquinas y calles sostenidas por niños, niñas, jóvenes, adultos y mayores, inhalando un frasco de pegante, fumando un cigarrillo de marihuana, acostados pasando los efectos de horas anteriores o simplemente esperando por la compra o la entrega a los dueños de los inquilinatos o del microtráfico, de sumas de dinero de sueños, dolor, muerte y miseria. Son muchas las relaciones que se tejen allí: la policía, los actores ilegales y la comunidad, el gobierno local y sus habitantes, los traficantes de SPA y los consumidores, los administradores de inquilinatos y los inquilinos, la comunidad y las instituciones u ONG’s,  las relaciones de vecindad y comercio, etc.

Todas estas personas, quienes han determinado unas condiciones de vida específicas en esta zona y han establecido un tipo de relación con la ciudad desde este lugar, hoy se encuentran en una incertidumbre total frente al proyecto de renovación urbana de la Empresa de Renovación Urbana de Cali, EMRU, denominado "Ciudad Paraiso" que busca la renovación urbana en 33 manzanas del centro, ubicadas entre las carreras 10 y 15 y las calles 12 y 16,  contemplando un complejo comercial integrado a una estación del MÍO. 
Vale la pena preguntarse qué va pasar con las personas, los negocios, la población habitante, flotante y de la calle que colonizó el área hace más de cuatro décadas. Preguntarse a costa de que se va hacer el embellecimiento del centro de la ciudad y que significa renovación urbana y desarrollo (¿desarrollo para quién?)  La fase de compra de predios se ha iniciado, con los dueños de los inquilinatos que en su mayoría viven  en estratos 5 y 6 de la ciudad.  Una vez más, un proyecto de actuación sobre un barrio que se considera  envejecido  e inadaptado a las estructuras económicas y sociales actuales, abordaje de “renovación”  urbana como proceso donde la vida cotidiana de la gente ha sido el último punto en la agenda, proyectos de renovación urbana con intervención social “integracionista”. 



Durante años, se han desarrollado en la zona proyectos de intervención desde esta perspectiva, desde la visión asistencialista de las necesidades de las personas como receptoras incapaces de organizarse. No se han  revalorado ni evaluado las acciones desarrolladas, tampoco la relaciones entre la comunidad y los profesionales, ni el papel de los “expertos” que llegaron durante años con sus propuestas a la zona, las diferentes formas de saber y diversidad no han sido elementos tenidos en cuenta para diseñar los proyectos ejecutados... 
Cabe preguntarse, se puede pasar del "Calvario al Paraíso" demoliendo las calles y las casas, elevando un hermoso parque y un gran centro comecial? que pasará con el calvario que dejamos? será que en verdad existe esa Ciudad Paraíso? 





Fotografía: Rosa Elvira Castillo.

Para ver mas fotos, consulta:
http://www.jansochor.com/photo-essay/jesus-combat.html




lunes, 29 de octubre de 2012

EDUCACIÓN POPULAR





“nadie educa a nadie; nadie se educa solo;
 los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo”
 freire  

La educación popular puede ser vista como una educación alternativa a la oficial, desde sus inicios bajo el nombre de educación fundamental, de alfabetización funcional o de educación comunitaria posibilita que los adultos aprendan a leer y escribir, a que tomen conciencia de su propia realidad, beneficia principalmente los sectores subalternos sometidos a dominación política y explotación económica, pues toda práctica educativa es política, así como la práctica política es educativa. 

La educación popular asume entonces un papel de contribución para que estos sujetos populares estén en permanente construcción por medio del dialogo y la comunicación se construyan, se fortalezcan y reconozcan su capacidad de protagonismo histórico en función de sus intereses. La educación está presente en cada momento, la comunidad es el escenario inmediato donde se desarrolla, sobresaliendo con capacidad educadora la familia, las acciones comunicativas, las experiencias organizativas y las prácticas de orden religioso y espiritual; con estas ayudas, la misión de la educación es que los sectores populares se conviertan en sujetos políticos, es decir en personas organizadas que transformen su entorno.


Al empezar un proceso de Educación Popular, surgen algunos problemas y los primeros son los metodológicos con preguntas como: ¿Cómo hacemos las cosas?, ¿Qué debemos saber?. Sucede que para dar respuesta debe haber una construcción integral y dejar de lado las prácticas en las que se cree poder vaciar la cabeza de las personas para llenarlas de contenidos nuevos, o en su defecto saturar a las poblaciones con juegos, por tanto, si se quiere llevar a cabo una efectiva intervención desde la educación popular hay que equilibrar todos los elementos que construyen este modelo pedagógico y así poder lograr la complementariedad necesaria y la relación sistémica e integral para dar respuesta a los interrogantes que surjan, pues se sabe que no van desde una sola dirección sino que parte de la relación que se tiene entre los actores y de los contenidos que allí se encuentren.


Tratándose de educar para transformar hay un punto importante y es la intencionalidad, es decir el para qué de la educación, este primer paso de transformar, es importante pero hay que saber como hacerlo y para ello se tiene la metodología, que debe ser por un lado general para mostrar objetivos a largo plazo, y especifica para las herramientas y objetivos de determinada actividad y debe ir en relación con la metodología general para que en conjunto logren el cambio deseado. En los propósitos de trabajo con la comunidad no debe dejarse al sujeto por fuera del proceso, pero tampoco puede dársele la total autonomía, pues se perdería el papel del conocimiento pedagógico.


También es importante que tanto los sujetos de la intervención como los profesionales que brindan sus aportes, tengan una relación horizontal, los educandos deben estar totalmente conscientes de las actividades a realizar, para que tengan la mayor disponibilidad posible y así se logren relaciones de democracia y se respete la diferencia; los educadores son siempre un punto visible entre la población y deben primero transformarse a si mismos para luego buscar la transformación en los demás por medio de su labor educativa.


Una actividad educativa es el espacio donde convergen ideas, propuestas o conocimientos y es allí donde se presenta la oportunidad de establecer relaciones con otros, se deben seguir una serie de pasos para la organización de una actividad educativa, preparación, realización y seguimiento después de la actividad; frente a esto es muy importante los aportes del educador, las ideas que quiere transmitir y de que manera lo quiere hacer; también es de suma importancia contar con los recursos que existen alrededor, tener pleno conocimiento del lugar y la población con la que se va a trabajar.


Llevar un proceso de Educación popular necesita de la evaluación  permanente, participativa, y debe abarcar las distintas dimensiones de la actividad social y humana, para esto debe librarse de subjetividades con el fin de que los resultados no apunten a ser bueno o malos, sino de acuerdo a la realidad y de acuerdo a las acciones realizadas por la población en compañía del educador.


Esta manera de intervenir la realidad pareciera traer grandes beneficios, ya que apunta a aprovechar y potenciar al máximo las capacidades de la población, pero a pesar de tener conocimiento de esta forma de intervenir y construir conocimiento, es la forma tradicional de educación la que prima y llega a todos los ámbitos, a través de la participación en jornadas de 6 horas en las que se pretende inyecta el conocimiento.

Finalmente lo que debe quedar muy claro es la necesidad de coherencia entre los fines a los que se quiere llegar y los medios para lograrlo, no es posible dejar de lado las necesidades sentidas por la comunidad y simplemente redactar proyectos de talla única para cualquier contexto, como tampoco es posible que solo los educadores estén comprometidos con el proceso y los educandos no le den la  importancia necesaria a los conocimientos brindados. En el mejor de los casos sería ideal ver la realización de procesos donde todas las partes involucradas actúen con pertinencia se note la satisfacción y se dirijan hacia el mismo fin.

Bibliografía:
Torres, Alfonso. (2007). La Educaciónpopular  Trayectoria Y Actualidad. Cap1: la Educación Popular, corriente pedagógica latinoamericana. Editorial el Buho. Bogota
Abriendo caminos. Manual Metodología de la Educación Popular. Escuela Agroalimentaria 



ESCRITO POR: MARIA NAYIBE GIL
                            JHON JAIRO LOPEZ
                            YOEGRY ISAZA 

TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA



Autores: 
Adolfo Guevara
Carolina Franco
María Fernanda Vásquez




En su trabajo sobre la transformación social y sus relaciones frente a la sociedad contemporánea, Carmen Olaechea y Georg Engeli se articulan procesos colectivos de reflexión en espacios de creatividad de la sociedad[1].

Una puerta no cambia el mundo, cuando sea capaz de construir la realidad, de mirarla con otros ojos. Desde ese posicionamiento, se busca generar una intervención social relacionada con una acción programada y justificada desde un marco legal y teórico, que se realiza sobre un colectivo o individuo. Esto implica trabajar en torno a perfiles relacionados con la evolución y con los sectores sociales, con el doble fin de mejorar su situación generando un cambio social, eliminando situaciones que generen desigualdad.

Cabe anotar que la intervención social es un encuadre de los cambios sociales que ha tenido la humanidad, y esto implica analizar relatos recortados de la misma que posen una faz material y una simbólica que se constituyen de manera histórico social, como forma de expresión de diferentes actores sociales.

En el análisis de estos autores, se deja entrever que la intervención corresponde a un proceso complejo que la sociedad construye con sus creencias y costumbres y con el cual se cambia al paso del tiempo y que se lleva acabo despaciosa y calladamente a través de descripciones, informes, observaciones y la relación que establece el interventor con el medio.
Realizar este tipo de intervención es difícil para los especialistas en diferentes áreas en que se puede percibir la situación por la cual cada persona forma parte de un grupo, una comunidad, un ente social con el cual se identifica un constante movimiento con el medio que hay a su entornos nos rodea. Pero una intervención adecuada sólo se hace posible si en la historia del mundo se ha vivido a través de constantes revoluciones que se han dado en el mundo por tratar de mejorar lo ya establecido y por romper las barreras que oprimen a la sociedad y sobresalir como seres humanos independientes pero que forman parte de una sociedad.

Al mismo tiempo, hablar de arte y creatividad en los procesos de intervención y acción social, supone considerar la existencia de situaciones para arreglar, y que la misma sociedad puede transformar. Además,  implica activar y pone en vínculo dos elementos esenciales de la naturaleza social y humana: lo comunitario como modo de estar en la vida y lo simbólico como modo de pensarnos en la vida, ya que, al fin y al cabo, la sociedad gira en torno a simbolismos claves relacionados con sus propias razones de supervivencia.

En todo caso, reconocer e identificar las condiciones bajo las cuales se presentan las transformaciones sociales, implica conocer también hasta qué punto han cambiado las estructuras, procesos y prácticas, al igual que los distintos elementos sociales inherentes a ellos. Es decir, se ha producido un cambio de consciencia. También se puede ratificar que no se da paso a transformaciones sociales  sin que se transformen los miembros de la sociedad… algo paradójicamente muy relacionado con el pensamiento marxista. Este entrelazamiento entre personas y comunidades, puede evaluarse de dos maneras: a partir de una mirada desalentadora que duda de los progresos sociales y una perspectiva optimista que busca proyectar el desarrollo social y humano en su máxima dimensión.

Al mismo tiempo, y hasta donde se tiene conocimiento, los genes humanos, pese a no haber sufrido deterioro, por lo menos hasta ahora, se tiene conocimiento que las organizaciones culturales son mortales. Se trata de una muerte que no es ni general ni necesariamente instantánea: la relación con una nueva vida, de la cual puede ser la condición, es un enigma siempre singular. A la par con estas percepciones sociales, se tienen conocimiento que decadencia de Occidente es un tema antiguo, que en el fondo busca encubrir las potencialidades de un nuevo mundo en el que se deben analizar y considerar las descomposiciones sociales cubriendo y considerando los problemas de la sociedad, Intentando comprender lo que en este mundo histórico social muere, cómo muere y, de ser posible, por qué.

Este estudio implica considerar también aquellos acontecimientos que pueda estar a punto de nacer. A manera ilustrativa, varios acontecimientos sociales y económicos afectan la tranquilidad social y la sana convivencia en Colombia, lo que ha llevado a la búsqueda de un nuevo proceso de pacificación, esta vez con los actores sociales que han propiciado un clima de violencia. Es aquí donde toda posibilidad de pacificación, surge con la construcción de un nuevo escenario nacional, que es el de la construcción de la paz.

En segundo lugar, la vocación de canalizar y posibilitar la mejora psicosocial de toda la sociedad o de las personas que participan en los proyectos psicosociales, y de todas aquellas que puedan participar de cualquier forma posible a través de  de su lectura, da pie a la idea de continuidad y de nexo. Sin embargo, cabe  Pero, ¿cómo se hace posible esa mejora psicosocial a través de la participación artística? Cuando se hace alusión aquí al referente artístico, se hace en un sentido figurativo, pues en verdad de trata es de recurrir a la motivación, a la creatividad y al ingenio de la humanidad para darle posibilidad a la existencia y concurrencia de distintos escenarios de reflexión, acompañados de la existencia de nuevas respuestas y espacios de concertación, diálogo y de aproximaciones conceptuales e ideológica.

Esto significa que el proceso creador ayuda a la auto observación en la forma en que se relacionan con el mundo y, finalmente, posibilita que los eventos se reinventen y se recreen. Esto ayuda y estimula los procesos de comprensión y aceptación de situaciones difíciles que convierten a las personas en protagonistas de su propia acción.

Desde la perspectiva vocacional y compartida por distintos autores, se pretende llegar a una idea del arte que se conecta con la vida y sus pulsiones, lo que lleva a la búsqueda de lo que en todos los actores de la sociedad es esencial, que induce a crear y apuntarle a mejorar las condiciones de calidad de vida de la sociedad, haciendo de ello acontecimiento a través de la inclusión de las condiciones ideales e inmejorables de la vida social. Es decir, crear nos convoca a la vida, a sentir el proyecto vital.

Otra de las grandes vocaciones de esta obra, y una de sus principales riquezas, es el enfoque del conocimiento desde distintos puntos de vista. Este tipo de escenarios a él convergen disciplinas del conocimiento y posiciones intelectuales desde muy diversas procedencias y perspectivas, ya sea  antropológicas, médicas, artísticas, educativas, periodísticas, científico sociales, entre otras perspectivas, pero todas y cada una desde su propio rincón y desde su propio entorno refiriéndose a la realidad social, unidos hacia una causa común para crear y enriquecer la visión del mundo desde distintas y auténticas experiencias y reflexiones en el que se sumerge el conocimiento, dando paso a nuevas ideas y nuevos conceptos de creatividad social.

Cabe preguntarse entonces, en lo referente a las sociedades actuales, ¿cuáles son las causas del malestar en la sociedad contemporánea? y en verdad  ¿existe la posibilidad de identificar causas comunes para todos?
En el fondo, hablar de la sociedad contemporánea y de los fenómenos inherentes a la misma en las condiciones aquí referidas, ubica a la sociedad actual a un territorio de difícil captura, que parece forzar a la humanidad a elegir entre la generalización abstracta o la resistencia pormenorizada. En otras palabras, equivaldría a preguntarse ¿de cuál sociedad se está hablando y que implica contemporánea? Sin duda, una reflexión a partir de estos términos necesita alguna clasificación.

Sobre la disociación entre el individuo y el sentido del hacer, Olachea y Engeli consideran necesario hablar sobre las transformaciones y las necesidades de casi siete mil millones de seres humanos que cohabitan el planeta tierra, preocupados sólo por su propia supervivencia, por querer comer cada día y tener un lugar donde dormir, sino además, como una constante de la historia, inducidos por un impulso natural que busque ayudar en la aplicación de destrezas, habilidades y conocimientos del hombre, como base para producir material y simbólicamente lo que la sociedad se imagina, precisa y desea, y sobre la cual construye y diseña su propio futuro con creatividad y sentido común.

Estas reflexiones se complementan con el propósito ciudadano de construir nuevos escenarios que induzcan a la creación de una nueva sociedad. Por eso, a manera de complemento, el video que se titula “El propósito ciudadano”, que se anexa a estas observaciones y puntos de vista conjeturales, habla sobre lo que hace el ser humano cada día en el propósito de convivir con las demás personas. Al mismo tiempo, el mismo video hace un llamado al cambio y a construir una nueva cultura social de los seres humanos.

Sus preocupaciones ayudan a fijar la atención a las personas que más necesitan ayuda en la sociedad, en razón a que no hay que ser injusto con nadie, es decir, siempre hay que saber decir la verdad para que así las demás personas confíen en si mismas, con humildad, modestia, inteligencia y al mismo tiempo, con esa humildad, sencillez que les caracteriza, las personas deben valorar y apreciar los cambios que se avecinan en la sociedad, siendo generosos con la humanidad, agradecidos con la capacidad de supervivencia para superar las adversidades y propiciar condiciones para la construcción del cambio que reclama la sociedad, en condiciones más justas y equitativas.

En el fondo de lo que se trata es de no olvidarse ni ser indiferentes frente a las líneas divisorias y las fronteras que separan a unas personas de otras, que también atraviesan a la sociedad.




[1] OLACHEA, Carmen G. ENGTELI. Transformación Social y Sociedad Contemporánea. En: CARNACEA CRUZ, M. Ángeles y Ana LOZANO, y otros. Arte e Intervención Social. Madrid, Ed. Grupo 5, 2011. ISBN; 978-84-937730-2-1