Por: Clara Malpud Realpe
Este texto, es producto de la concertación y aplicación de una
ruta metodológica pensada con un grupo de jóvenes de la vereda Cuernavaca en el
municipio de Padilla – Cauca en el año 2010, parto de situar una experiencia
porque considero que facilita escribir reflexiones sobre el concepto de
pedagogía e incluso esta escritura nos propicia autoaprendizajes a los
profesionales de campo, en este sentido, trataré de referenciar algunas
premisas de la Educación Popular con la praxis de esta experiencia, del ir y
venir del discurso a la acción, de la acción al discurso como mediación que nos
problematiza la acciones educativas in situ.[1]
Primero partiré explicando, que un problema nos convocó, y
propicio un encuentro reflexivo entre jóvenes y profesionales ¿Por qué aumentan
los embarazos en adolescentes? Algunos supuestos son: falta de información de
las jóvenes en métodos de planificación, desde la institucionalidad algunas
acciones emprendidas para disminuir este problema se materializan en charlas
sobre el tema en las instituciones educativas, sin embargo, esto no ha tenido
el efecto esperado.
Propiciar un encuentro reflexivo, fue un primer
paso importante porque se reconoce a los y las jóvenes como sujetos con un
saber propio de la situación, y con ideas “pertinentes” a su contexto y su
cotidianidad, rompiendo con esa lógica tradicional de relación sujeto-objeto, y
por el contrario de sujeto – sujeto. Los saberes diversos problematizan la
situación, la deconstruyen facilitando hacer travesías por intersticios poco
analizados, y qué en muchas ocasiones están por fuera de lo que conocemos desde
la escritura.
La problematización de la situación a partir del dialogo de
saberes, nos permitió definir una ruta metodológica para investigar más sobre
el tema, los y las jóvenes manifestaron que uno de los intereses de la juventud
estaba vinculada con las TIC’s y se propuso realizar un video sobre el tema,
ellos mismos, identificaron actores de la comunidad y la institucionalidad para
entrevistar, realizaron los contactos previos, se concertaron las preguntas a
los actores a partir de la reflexiones, se sacaron los permisos pertinentes, y
se arrancó con la operatividad de la estrategia.
En este caso, el recurso pedagógico giró en torno al medio
audiovisual, pero detrás de la elaboración de la pieza, nos encontramos con un
sinnúmero de actividades que realizaron los y las jóvenes con el acompañamiento
del profesional de campo y el equipo de producción que asesoró la realización
del video, ambos (profesionales y comunidad) aprendiendo y apropiando
aprendizajes desde su propia experiencia y de la de los otros jóvenes que
hacían parte del colectivo.
El trayecto del hacer, desde el pensar y crear, fue llevando a descodificar
el supuesto del problema, pues casi un 90% de los y las jóvenes entrevistados
conocían sobre los métodos de planificación, pero este aprendizaje es una
trasmisión de joven a joven, porque mencionan que los funcionarios que tratan
este tema lo hacen con una carga moral que limita que los y las jóvenes hagan
preguntas sobre la salud sexual y reproductiva. Esto ha llevado a que los y las
jóvenes identificaran que un actor fundamental para disminuir los embarazos en
adolescentes son los funcionarios de la salud, por ello, se hace necesario un programa de formación que les permita
tener mayor apertura sobre el tema, y deconstruir discursos que dificultan el
dialogo de saberes con la comunidad juvenil.
En las conversaciones de ir de un lado a otro con las y los
jóvenes, ellos empiezan a comentar y afirmar “que nunca van al centro de salud
a pedir información porque después la gente de la comunidad los mira extraño y
siente cierta sanción moral por su pregunta”. Es aquí donde el profesional
puede encontrar respuestas y también más rutas metodológicas co-creadas con la
comunidad, no sólo desde como lo piensan, sino como los SIENTEN, y esta es otra
clave que la educación popular nos da, acercarnos a la gente desde la
subjetividad, donde se manifiestan los diferentes lenguajes simbólicos,
validamos también desde su vivencia o tal vez nos toque reconstruir todos los
supuestos de una respuesta-tradicional sustentada desde los discursos
institucionalizados.
También aprendimos que a veces no solo basta el conocer la
información para prevenir el embarazo, pues podríamos decir que muchos jóvenes
conocen la información científica sobre el asunto, pero creen más en los
métodos culturales, uno como profesional no se logra imaginar los imaginarios
que las comunidades han apropiado para cuidarse de no quedar embarazadas,
algunos de ellos es el limón con sal, dar un numero de saltos, hacerlo bajo el agua, y muchos más,
nuevamente la Educación Popular nos jala las orejas a los profesionales que
caemos en la racionalidad absoluta y nos adentra en ese campo desconocido donde
se entreteje la trama de lo cultural.
Otro de los momentos de aprendizaje en la elaboración del video
fue ese dialogo de los y las jóvenes con los actores entrevistados, con la partera desde su propia cosmovisión
del parto/nacimiento, con el padre de familia desde narrarnos su biografía de
vida en relación con el tema, en fin fueron muchos los aprendizajes apropiados
por fuera de los escenarios institucionalizados, que en muchas ocasiones no
dialoga con las preocupaciones de la comunidad pero ejerce una fuerte sanción
moral que les impide cumplir su función de formar en la salud sexual y
reproductiva, que además, es un derecho.
Y aquí hago el link con los derechos, los caminos vislumbrados por
la educación popular permite pensarnos en ciudadanos activos, que actúan y
transforman la realidad, porque hacen reflexión crítica sobre la misma. Este
fue un ejercicio puntal sobre uno de los tantos problemas, los y las jóvenes
realizaron video foros con este material que se convirtió en un recurso
pedagógico desde su gestación, ahora se usa para continuar generando
reflexiones sobre el tema con jóvenes y en espacios institucionalizados, los
funcionarios pueden repensarse su función y tal vez falte continuar buscando
otras estrategias pedagógicas para concretar en algún momento un protocolo de
atención a los jóvenes que reconozca estas sensibilidades, e incidir en cómo se diseñan los programas de
salud en municipios donde su población mayoritariamente en rural y
afrocolombiana, situando unas costumbres
y prácticas propias.
[1] La
realización del video hizo parte de una iniciativa juvenil desarrollada en el marco de la ejecución del proyecto
Monitoreando los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, con el
acompañamiento de la Fundación Foro
Nacional por Colombia- Capítulo Regional Valle del Cauca y la Fundación Plan en
el año 2010.
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