Por: Rosa Elvira Castillo
Estudiante de Desarrollo Comunitario
El Calvario, que
lleva el nombre dado al monte en las afueras de Jerusalén, fue creado en 1964. Se constituyó a partir de la plaza de mercado
o plaza central, la cual tenía un área de influencia que se irradiaba
hasta predios del Barrio de Santa Rosa y
parte del Centro. Hoy quedan rezagos de la Galería Central, donde desde antaño se
ubicaron una serie de tabernas, billares y teatros que eran frecuentados por caleños
y viajeros que venían tren de diferentes ciudades como Popayán, Cartago, y
Buenaventura, y por campesinos que venían al mercado a vender sus productos y
pasar el tiempo libre, creando una serie de expresiones que con los años y su
permanencia formarían una serie de dinámicas propias, en el uso del tiempo
libre, alrededor de juegos como el
billar, tabernas, etc.
En esta zona que comprende aproximadamente 33 manzanas habitan
hoy más de mil personas y se generan más de 500 empleos. Hay locales de más de
30 años de tradición. Carnicerías, cantinas, estancos, compraventas, graneros,
almacenes de muebles, tiendas de flores, hierbas y abarrotes, conforman el
paisaje de la zona. Por otro lado los recicladores que llevan cerca de 60 años
en el sector. Carretilleros y coteros
que se codean con una variedad extensa de vendedores ambulantes.

Una de sus
principales características es la alta concentración de inquilinatos, siendo la
forma más común de convivencia. Las viviendas están adaptadas a los tipos de
ocupación de las personas de la zona, sus bajos e inestables ingresos, (pagan
alrededor de tres mil pesos por día). La marginalidad en la que habitan y las
posibilidades de supervivencia en condiciones de vida mínimas, han hecho que se
acostumbren a resolver el día a día, pudiendo vivir hasta 90 familias en una casa; como en “cien piezas” uno de los
lugares más reconocidos con habitaciones de tres por tres metros.
El Calvario, es el lugar
de acopio de materiales reciclables más grande de la ciudad, lo cual define unas dinámicas culturales, económicas
y sociales en esta parte del centro, relaciones que establecen el rebusque como
opción de trabajo prioritaria. Recuperar material, seleccionar basuras son
actividades muy comunes. Otras posibilidades de rebusque están en actividades
licitas e ilícitas, rifas, prestamos de montos mínimos “gota a gota”, compra y
venta de objetos de segunda y/o robados, venta de sustancias psicoactivas, etc.
Los cambios de
carácter urbano – económico evidencian en las grandes ciudades procesos de
degradación acelerada, afectan su entorno social, cultural y ambiental. Al
recorrer El Calvario, se nota que buena parte de los hombres y mujeres que
habitan este sector, incluso niños y niñas, se han refugiado en la droga y en
el licor. Se nota, el abandono y la falta de oportunidades, la vulneración de
los derechos humanos en temas centrales como la educación, la salud, la seguridad,
la vivienda.
Aquí se resumen diversas situaciones, una cara de la ciudad que
pocos quieren ver y prefieren ignorar: habitan una parte importante de
personas en situación de y en calle, un porcentaje importante de los
aproximadamente 2.035 que se calculan existen en la ciudad, y que son 90%
hombres. También cuenta con una de las prevalencias más altas del país en relación
a la tuberculosis, siendo el lugar donde
más personas mueren por su causa. Enfermedades
como la tuberculosis y la sífilis
(incluyendo la gestacional) tiene elevados porcentajes de esta zona.
En su recorrido pueden identificarse “los deshuesaderos” de vehículos, las tiendas
como lugares de encuentro, comederos con platos de comida por $600, esquinas y calles sostenidas por niños, niñas, jóvenes, adultos y mayores,
inhalando un frasco de pegante, fumando un cigarrillo de marihuana, acostados
pasando los efectos de horas anteriores o simplemente esperando por
la compra o la entrega a los dueños de los inquilinatos o del microtráfico, de
sumas de dinero de sueños, dolor, muerte y miseria. Son muchas las relaciones
que se tejen allí: la policía, los actores ilegales y la comunidad, el gobierno local y sus habitantes, los traficantes de SPA y
los consumidores, los administradores de inquilinatos y los inquilinos, la
comunidad y las instituciones u ONG’s, las relaciones de vecindad y comercio, etc.

Todas estas personas,
quienes han determinado unas condiciones de vida específicas en esta zona y han
establecido un tipo de relación con la ciudad desde este lugar, hoy se
encuentran en una incertidumbre total frente al proyecto de renovación urbana
de la Empresa de Renovación Urbana de Cali, EMRU, denominado "Ciudad Paraiso" que busca la renovación urbana en 33 manzanas del centro, ubicadas entre las
carreras 10 y 15 y las calles 12 y 16, contemplando un complejo comercial integrado a
una estación del MÍO.
Vale la pena preguntarse qué va pasar con las personas, los negocios, la población habitante, flotante y de la calle que colonizó el área hace más de
cuatro décadas.
Preguntarse a costa de
que se va hacer el embellecimiento del centro de la ciudad y que significa
renovación urbana y desarrollo (¿desarrollo para quién?) La fase de compra de
predios se ha iniciado, con los dueños de los inquilinatos que en su mayoría viven
en estratos 5 y 6 de la ciudad. Una vez más,
un proyecto de actuación sobre un barrio que se considera envejecido e inadaptado a las estructuras económicas y
sociales actuales, abordaje
de “renovación” urbana como proceso donde
la vida cotidiana de la gente ha sido el último punto en la agenda, proyectos
de renovación urbana con intervención social “integracionista”.
Durante años, se han desarrollado en la zona
proyectos de intervención desde esta perspectiva, desde la visión asistencialista
de las necesidades de las personas como receptoras incapaces de organizarse. No
se han revalorado ni evaluado las
acciones desarrolladas, tampoco la relaciones entre la comunidad y los
profesionales, ni el papel de los “expertos” que llegaron durante años con sus
propuestas a la zona, las diferentes formas de saber y diversidad no han sido
elementos tenidos en cuenta para diseñar los proyectos ejecutados...
Cabe preguntarse, se
puede pasar del "Calvario al Paraíso" demoliendo las calles y las casas, elevando un hermoso parque y un gran centro comecial? que pasará con el calvario que dejamos? será que en verdad existe esa Ciudad Paraíso?
Fotografía: Rosa Elvira Castillo.
Para ver mas fotos, consulta:
http://www.jansochor.com/photo-essay/jesus-combat.html
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